Granadero Baigorria. Para Marcelo Rodríguez, guardafauna voluntario de la provincia desde hace 16 años, el ejemplar de aguará guazú rescatado hace unos días en las calles de esta ciudad provendría de una venta ilegal. Rodríguez fue convocado de inmediato luego de que vecinos de la zona norte de esta ciudad denunciaran la presencia de este ejemplar —en peligro de extinción—, en un sector cercano a las vías del ferrocarril: "Dado el estado de su pelaje y su comportamiento agresivo, creo que el animal habría sido capturado hace poco y provendría de una venta ilegal. Seguramente no lo pudieron controlar y se les escapó".
El domingo por la tarde, vecinos del lugar dieron aviso al Comando Radioeléctrico de que un animal parecido a un zorro —precisamente, aguará guazú es una denominación en guaraní que significa zorro grande—, era acosado por varios perros en una zona cercana a las vías ferroviarias. Al llegar al lugar, los agentes —que ya habían convocado a un veterinario— se encontraron con un ejemplar de aguará guazú que se había refugiado en una obra en construcción ubicada en calle Buenos Aires 74.
Esto facilitó la tarea de rescate, ya que el animal se ubicó en un pequeño baño y allí se logró sedarlo para trasladarlo: "Cuando estos animales están en cautiverio cambian su alimentación y sus hábitos, lo que hace que también cambien su color de pelo. Este conservaba el brillo dorado que tiene en su estado salvaje, por lo que no me cabe duda de que había sido capturado recientemente para la venta", remarcó Rodríguez.
Venta de fauna silvestre. El guardafauna se lamentó: "La venta ilegal de fauna silvestre es la tercera después de la de drogas y armas, por eso nuestra tarea es muy dura", y resaltó "la buena voluntad tanto de los vecinos como de la policía para colaborar y en todo momento resguardar la salud de este animal tan hermoso del cual ya quedan cada vez menos ejemplares".
El aguará guazú fue trasladado primero a un predio en Villa Gobernador Gálvez hasta que se fue recuperando y luego, en un canil que aportó la Municipalidad de esa ciudad, fue llevado hasta la reserva Granja La Esmeralda de la capital provincial, donde será liberado en un tiempo prudencial.
Rodríguez confirmó que el estado general del animal era bueno y remarcó: "Es un animal muy ruidoso y tiene un ladrido que se escucha desde muy lejos, así que seguramente para trasladarlo lo habrán sedado para no llamar la atención, pero al pasar el efecto, seguramente el ejemplar se les escapó".
Se cree que en Santa Fe, en alguna época, la zona de población del aguará guazú llegaba desde el norte santafesino hasta Sunchales, pero en la actualidad su número está en franco retroceso y es una especie en peligro de extinción.
Su caza indiscriminada primero y la alteración de su hábitat por la actividad agropecuaria después son la causa de llevar a esta especie, considerada una rareza de la fauna y que protagoniza la versión criolla de la leyenda del lobizón, al borde de la desaparición. Los pocos ejemplares que sobreviven hoy en día están en el este de Chaco y Formosa, en Corrientes y en el norte de Santa Fe.
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